–Nene, estamos repitiéndonos. Hace dos años nos vimos y te pasaba exactamente lo mismo. Todos sabemos cuál es el origen de tus problemas.
–Y cuál es, Beef?
–Te casaste muy joven! –ríe Beef, mi franca amiga treintañera.
–Sí, –respondo algo airada, –pero eso no significa que tenga una burka encima!
–Sí nene, pero ya no puedes pretender que los chicos te caigan como antes.
–Es un poco loco lo que nos ha pasado, tu dejaste a tu prometido, yo decidì casarme con el mío. Tenemos casi que los mismos problemas de hace dos años. Sólo que más acentuados.
Beef tiene dos amantes (y probablemente sexo todos los dìas). Ambos son churros y buenos polvos. Beef está chiflada y tiene un amor intenso por uno de ellos. Por lo general, y al mejor estilo de las chicas como Amelita, ese personaje objeto de tanto amor es alguien que no les pone mucha atención, ni a Beef ni a Amelita. Es casi sorprendente la persistencia de estas chicas por conquistar. Beef quiere tener algo serio... eventualmente. Y bueno, Beef vive con su mamá...por muchas razones, porque su mamá le cae bien, porque no sabe si va a trabajar o estudiar en otra ciudad o país, y porque no quiere vivir sola sino más bien arrejuntada (yo no podría regresar, ni porque me pagaran, a la casa de mi mamá).
Yo, bueno. Yo tengo medio amante y medio amigo, ambos llenos de trabajo. Asì que sexo más bien poco, dos veces a la semana, por mucho. Pero calma, porque estoy equipada y tengo un excelente vibrador. Beef se ríe y me dice que el suyo fue asesinado por uno de sus mejores amantes. Un poco sonrojada por la imagen que me hice del sujeto en cuestión, le dije que era una grosería imperdonable que ese hombre le hubiera quitado el poder de darse placer! (creo que levanté el brazo izquierdo y subí la voz, y bueno, acababa de volver de Cuba y estos discursos beligerantes se me habían pegado). Por otro lado, soy testigo de la aparición de una nueva raza de pretendientes cuya existencia era todo un misterio para mi: Los Chulos Amorosos. Una manada de enfermos mentales que disfrutan coquetear con las mujeres casadas, les gusta ser dulces, galantes, caballeros y un montón de pendejadas más que son igual o peor de empalagosas. ¿Por qué esos hombres están obsesionados con las mujeres casadas?, porque las mujeres casadas no queremos nada serio. Es cierto, su plan es genial. La cagada es que sean tan obvios, y así no lo fueran, la verdad es que es un poco deprimente ver el casting de estos personajes, parecen sacados de una mala serie ochentera con Frankenstein, el Conde Patula y el hombre lobo; si por ahí se me atravesara un Iron Man o David Luiz, pffffff... hasta lo pensaría. Pero estos personajes no son churros, no bailan, no hablan de cosas interesantes, sus conversaciones siempre sobresalen por la repetición del mismo mantra: "Hola, cómo estás? cómo te ha ido?", y uno bien tonto comienza a hablar del día, del trabajo, del cansancio, de la política y del mundial, y de repente ellos salen con alguna frase fuera de contexto del tipo: "es que a ti te da miedo venir a mi casa". La verdad querido, es que ni siquiera había contemplado la idea. Y para qué negarlo?, entre tener sexo con un retardado que probablemente es mal polvo y desconoce por completo el protocolo y las buenas costumbres del sexo casual, y mi David Luiz imaginario gracias a la tecnología de mi vibrador, pues prefiero quedarme en mi casa con Davil Luiz, Iron Man y mi esposo, y los tres al mismo tiempo!
–Es un poco adolescente eso que dices. Deseos fantásticos, Nene. Al menos consíguete un chico lindo que sea real y deja de imaginar a Robert Downey Jr. con tu vibrador todas las mañanas. Búscate un tipo que te alce, como mi amante no. 1
–No sé, Beef. A mi me gusta el sexo risueño con mi compañero de casa y de cama.
–Ni siquiera puedes decir que estás casada.
–Cuando pronuncio ese extraño conjuro envejezco 10 años en 2 segundos, se levantan los monstruos del cementerio a conquistarme y dejo de existir para David Luiz y Iron Man… pero no todo es malo. Además de las cosas cursis que no te voy a contar, hay otro tanto que ya no podría hacer de nuevo. Me da física mamera tener que aguantarme todo ese juego de poder, del encuentro y del desencuentro de las primeras citas. Serìa una gran tragedia tener que arreglarme y controlarme frente a alguien, prefiero ser una perra desalmada con mi compañero conocido, que una princesa de hadas intelectual medio punkera. Y bueno, cuando estoy muuuy borracha y me pongo muy acrobática y osada, no me da guayabo moral al otro día, sino más bien risa y algo de alivio porque todo haya sucedido con el conocido.
–Sí, pero te sigue faltando el primer polvo.
–El primer polvo ha de ser como los besos o los chocolates, ricos pero efímeros. Todo es cuestión de seguir la dieta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario