BarbieInquieta
Mi escritorio
es un cubículo donde apenas me puedo sentar y mi escritorio se encuentra lleno de oficios y varias firmar
por llenar. Organizo papeles completando información y chequeando que los
contribuyentes cumplan con sus impuestos, nunca se comenten errores, tenemos un
sistema de rastreo bastante eficiente para encontrar a los evasores. No paro de
moverme de un lado para otro, no hay distracción y siempre nos monitorean
para evaluar que tan eficiente es nuestro trabajo. Al terminar el turno, salgo
a la calle y voy a la maquina de comidas ubicada a una cuadra de la oficina,
compro una o dos frutas
deshidratadas y sigo caminando hasta la estación en donde espero el electrobus.
En la calle, siempre están esas extrañas creaturas recogiendo basura o limpiando
la estación. Son como animales, crustáceos adaptados a vivir con su cuerpo
dentro de alguna lata, cafetera, aspiradora o cualquier cosa en la que quepan.
Las gente los ignora por completo, como sino existieran y pasan totalmente
desapercibidos.
En la
estación, recojo una maquinaria de metal y la comparo con la imagen que aparece
en mi libro coleccionable, por las gráficas me guío para identificar las cosas
que encuentro y colecciono.
-Una mas en la
lista.
Me detengo en
la estación cercana a la casa, camino con mi maleta llena de objetos que he
logrado encontrar y sigo recogiendo hasta que llego a mi casa, abro la puerta y
mis papas están leyendo mientras mantienen la pantalla prendida, la cafetera
también. Al lado, se pueden sentir los ruidos que se escapan de la casas
deshabitadas.
-
Ya se irán, dijo mama.
Subí al cuarto
y deje la maleta, empecé por sacar los objetos que traía: tapas, botellas,
botones, tuercas…tenia bastantes cosas. Sin embargo seguía buscando algo mas
especial.
Nuestra casa
es una de las pocas que quedan en pie en este sector, la casa de al lado esta
deshabitada. Afuera el paisaje se inunda de grandes fabricas e industrias que
han desplazado las casas en la ciudad.
Al día
siguiente salí y me di cuenta que esta vez los invasores habían sido esas
extrañas creaturas casi animales con cuerpo metálico a las que nadie prestaba
atención, me acerque para ver cuantos habitaban allí pero recordé que tenia
prisa por llegar al trabajo entonces, seguí el camino hacia el electrobus.
En la oficina
observe el ascensor, oprimí el botón negro y espere. Subí y cerré la puerta
metálica de rejillas y detrás de ella se cerro otra puerta de vidrio. Desde
allí divise en el lobby a una mujer alta, delgada, pálida, su situación me
lleno de intriga así que la busque en los archivos y por razones de
confidencialidad no pude ver su expediente.
Después de
hablar con el funcionario del lobby y arrojarle los papeles por la cara ella
salio de allí, se monto a un camión y se dirigió a su apartamento, estaciono en
la esquina sin importarle haberlo dejado casi en la mitad de la calle; subió al
apartamento, recogió unas cobijas y bajo con dos niños a quienes llevo a un
refugio donde los cuidarían hasta que su papa pagara los impuestos que debía y
que; debido a esto, el sistema había enviado por él para llevárselo y hacerle
pagar con trabajos para el estado.
Después de haberla seguido e investigar un poco sobre ella, regrese a la
oficina y empecé a buscar en los expedientes nuevamente, pero no logre
encontrar nada.
– No insistí.
Cayendo la
tarde fui hasta la estación, compre dos frutas transgénicas de la maquina
expendedora y de camino a la casa recolecte varios objetos que eran similares a
un reloj de arena.
Después de
prepararnos con mis padres para dormir, revise las cosas organizándolas en
estantes y las conté una por una observando las imperfecciones y que uso les daría,
mientras estaba en la habitación se escuchaban los ruidos de la casa continua,
la cual había sido invadida por las extrañas creaturas.
Al amanecer
tome mi maleta y álbum coleccionable que siempre llevaba conmigo y me dirigí hasta
la playa, en donde vi a la mujer que llamó mi atención anteriormente en la oficina
de impuestos, esta vez estaciono su camión frente a la playa, se bajo y se
adentro en el mar; escurrió agua que traía en los bolsillos de su overol, recogió
una tapa de la arena y la guardo. Pensé que tenia la costumbre de coleccionar
tapas, entonces me acerque y
entablamos una conversación en donde ella se entero de mi trabajo en la sección
de impuestos.
Indague sobre
su vida y me narro el hecho pasado en la oficina de impuestos, sin pedírselo me
invito a ir con ella en su camión y terminamos en una de las casas
tomadas. Entramos por la puerta
trasera encontrándonos con esas extrañas creaturas, con quienes nunca había
tenido contacto sino hubiera sido por el encuentro con esta mujer. Aquí ella
ocultaba su rostro, pues era una desertora del sistema y la perseguían, de
cierta forma aquí la protegían.
Me quede
divagando sobre las posibilidades que podría tener para ayudarla, pensando en
posibles soluciones para resolver su situación. Para mi el sistema era completamente
perfecto, vivía en una burbuja donde no temía se me trataran injustamente.
Recogí mis
cosas y regrese a la playa buscando nuevos objetos para mi colección, este día
encontré algo mejor, me tropecé con algo mucho mas grande y mas vistoso;
me desperté frente a la realidad
de aquellas extrañas creaturas que veíamos caminar por ahí; la toque y me hizo
una seña, como jugando, me lanzo una pelota; yo la seguí y pase la tarde con ella. Al final me di
cuenta que no tenia hogar, al retirarme me siguió, la saque de la playa y la
lleve a mi casa, que no tenia mucho espacio; pero podía estar a gusto. Haberla
encontrado lleno un vacío y pensé que al fin había encontrado lo que estaba
buscando.
31/01/2014