jueves, 26 de diciembre de 2013

Entendiendo al procurador

Es difícil entender el lado del otro cuando el otro no es el “otro” sino, de hecho, el yo, el “nosotros los normales”, la sociedad de bien, los sabedores de la verdad. Para mí es sencilla la idea siguiente: todo lo que vemos hoy no es natural, el mundo no se creó un día cualquiera con determinadas normas que se escriben en blanco y negro y que van en un degradé de lo bueno a lo malo. Todo esto es producción histórica, resultado de muchos, muchísimos intentos de muchas, muchísimas sociedades que han estado jugando al ensayo y al error, tratando de vivir mejor durante un poco más de 100 mil años, y en el caso de nuestra sociedad, de que algunos pocos vivan mejor a las expensas de muchos otros. Es difícil entender a una persona que no tiene esta consciencia histórica, o que por lo menos no reconozca algo de humanidad en todos los “otros” (incluida yo). Pero igual lo intento: el procurador está seguro de que los homosexuales no deben casarse, el tipo cree que el estado nación debe ser un estado cristiano, no, perdón, católico. En su lógica, y siguiendo las homilías de los curas de 80 años para arriba, los homosexuales no son bienvenidos en la casa del señor, y tal vez, para los más progresistas, si lo son pero sin casarse y sin expresar sus afectos a los hombres y mujeres. Es curioso que un hombre como el procurador piense eso porque el procurador no ha de tener más de 70 años, y fue a la universidad, y presenció varias guerras, y es que ¿a quién le puede importar que yo sea una puta lesbiana y negra si hay unos paraquillos por ahí con motosierras cortando vientres y cabezas? Pero a él le importa, y lo más curioso, es que el procurador no tenga la certeza, o por lo menos la sospecha, de que él es un animal en extinción, de que lo único que puede hacer es contener por algunos años, 30 o 40 años, la apertura de derechos a esos “protohumanos” diría él. Incluso, si uno lo piensa bien, la iglesia, que es tan dinámica como el capitalismo, hará lo que ha hecho para sobrevivir casi 700 años, adaptarse; la iglesia pronto estará casando a este nuevo tipo de familias, una configuración que tampoco es que sea la panacea de la diversidad, de hecho no es nada novedosa, sigue siendo conformada por dos padres o dos madres e hijos. No estamos hablando de tres padres, ni de hijos compartidos, ni de padres tías, abuelas, todas con los derechos de salud y pensión pagadas por un trabajador, o de familias inventadas compuestas por los mejores amigos, estamos hablando de los mismos integrantes, solo que uno repetido.  A lo mejor al procurador le asusta la falta de identidad ¿cómo hace para sobrevivir un hombre que fue criado como hombre, con nombres propios y comunes para todas las cosas, en medio de un mundo con palabras hechas de números y letras q nadie sabe xra q existen, pero q todos tenemos la certeza d q ayudan a la economía del lenguaje? ¿Cómo hace para sobrevivir el procurador en estos tiempos del computador y del Photoshop en los que todos podemos aparentar ser lo que queramos, en maniobras más bien superficiales comparadas con los procesos del cambio de sexo, de la búsqueda y el encuentro de la identidad deseada? Al principio pensé que era falta de creatividad, porque, en últimas, quemar libros comunistas en la plaza de Bucaramanga no era muy creativo en ese entonces, ya lo habían hecho muchas dictaduras en el mundo, pero el tipo tiene que tener algo de creatividad para lograr llegar a ese puesto, para negociar y saberse vender, para prostituirse, todo por el bien de la moral, y claro, para la perpetuación del “nosotros” hombres, blancos, heterosexuales, y de clase alta, y todo sin ningún tipo de ambigüedad. Así que tenemos a un hombre con cierta creatividad para lograrse relaciones importantes que lo mantienen en el poder. La segunda pregunta es ¿cómo se le ocurre al procurador destituir al alcalde que ha defendido la diversidad en la ciudad más poblada de Colombia? Wow, ahí si que cambió mi imagen del sujeto, porque uno creería que el hombre es pura tradición y nada de riesgos, pero se montó en tremenda montaña rusa, y él lo sabía, incluso mandó a poner al ESMAD en la procuraduría y desalojó el edificio desde el mediodía cuando salió la destitución en los medios. El procurador, un hombre blanco y temerario, además algo creativo, hasta buen polvo será a pesar de que pareciera que no. Bueno, y muchos dirán, “nos está mandando un mensaje” tanto a los hombres y mujeres de bien, como a los “otros”, probablemente sí, pero la pregunta real es, ¿por qué es posible para él hacer eso, revolver todas las fichas del juego como un pequeño malcriado que arruina la partida porque va perdiendo? y lo más grave ¿por qué es aceptable el sospechoso silencio del señor presidente y los demás líderes? 
y como esto termina con preguntas: ¿nosotros: "los otros" que votamos por el destituido podemos hacer algo para impedir la cuestión?  ¿cuáles son implicaciones para nuestros derechos, los de nosotros y los otros de este berrinche "conservador"?

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