Es difícil entender el lado del otro cuando el otro no es el
“otro” sino, de hecho, el yo, el “nosotros los normales”, la sociedad de bien,
los sabedores de la verdad. Para mí es sencilla la idea siguiente: todo lo que vemos hoy
no es natural, el mundo no se creó un día cualquiera con determinadas normas
que se escriben en blanco y negro y que van en un degradé de lo bueno a lo
malo. Todo esto es producción histórica, resultado de muchos, muchísimos
intentos de muchas, muchísimas sociedades que han estado jugando al ensayo y al error, tratando de vivir mejor durante un poco más de 100 mil años, y en el
caso de nuestra sociedad, de que algunos pocos vivan mejor a las expensas de muchos otros. Es difícil entender a una persona que no tiene esta consciencia
histórica, o que por lo menos no reconozca algo de humanidad en todos los “otros”
(incluida yo). Pero igual lo intento: el procurador está seguro de que los
homosexuales no deben casarse, el tipo cree que el estado nación debe ser un
estado cristiano, no, perdón, católico. En su lógica, y siguiendo las homilías
de los curas de 80 años para arriba, los homosexuales no son bienvenidos en la
casa del señor, y tal vez, para los más progresistas, si lo son pero
sin casarse y sin expresar sus afectos a los hombres y mujeres. Es curioso que
un hombre como el procurador piense eso porque el procurador no ha de tener más
de 70 años, y fue a la universidad, y presenció varias guerras, y es que ¿a
quién le puede importar que yo sea una puta lesbiana y negra si hay unos
paraquillos por ahí con motosierras cortando vientres y cabezas? Pero a él le
importa, y lo más curioso, es que el procurador no tenga la certeza, o por lo
menos la sospecha, de que él es un animal en extinción, de que lo único que
puede hacer es contener por algunos años, 30 o 40 años, la apertura de derechos
a esos “protohumanos” diría él. Incluso,
si uno lo piensa bien, la iglesia, que es tan dinámica como el capitalismo,
hará lo que ha hecho para sobrevivir casi 700 años, adaptarse; la iglesia
pronto estará casando a este nuevo tipo de familias, una configuración que tampoco es que sea la panacea de la diversidad, de hecho no es nada novedosa, sigue siendo conformada por dos padres o dos madres e hijos. No estamos hablando de tres padres, ni de hijos
compartidos, ni de padres tías, abuelas, todas con los derechos de salud y
pensión pagadas por un trabajador, o de familias inventadas compuestas por los mejores amigos, estamos hablando de los mismos integrantes,
solo que uno repetido. A lo mejor al
procurador le asusta la falta de identidad ¿cómo hace para sobrevivir
un hombre que fue criado como hombre, con nombres propios y comunes para todas
las cosas, en medio de un mundo con palabras hechas de números y letras q nadie
sabe xra q existen, pero q todos tenemos la certeza d q ayudan a la economía del
lenguaje? ¿Cómo hace para sobrevivir el procurador en estos tiempos del
computador y del Photoshop en los que todos podemos aparentar ser lo que
queramos, en maniobras más bien superficiales comparadas con los procesos del
cambio de sexo, de la búsqueda y el encuentro de la identidad deseada? Al
principio pensé que era falta de creatividad, porque, en últimas, quemar libros
comunistas en la plaza de Bucaramanga no era muy creativo en ese entonces, ya
lo habían hecho muchas dictaduras en el mundo, pero el tipo tiene que tener
algo de creatividad para lograr llegar a ese puesto, para negociar y saberse
vender, para prostituirse, todo por el bien de la moral, y claro, para la
perpetuación del “nosotros” hombres, blancos, heterosexuales, y de clase alta,
y todo sin ningún tipo de ambigüedad. Así que tenemos a un hombre con cierta
creatividad para lograrse relaciones importantes que lo mantienen en el poder.
La segunda pregunta es ¿cómo se le ocurre al procurador destituir al alcalde
que ha defendido la diversidad en la ciudad más poblada de Colombia? Wow, ahí
si que cambió mi imagen del sujeto, porque uno creería que el hombre es pura
tradición y nada de riesgos, pero se montó en tremenda montaña rusa, y él lo
sabía, incluso mandó a poner al ESMAD en la procuraduría y desalojó el edificio
desde el mediodía cuando salió la destitución en los medios. El procurador, un
hombre blanco y temerario, además algo creativo, hasta buen polvo será a pesar de
que pareciera que no. Bueno, y muchos dirán, “nos está mandando un mensaje”
tanto a los hombres y mujeres de bien, como a los “otros”, probablemente sí,
pero la pregunta real es, ¿por qué es posible para él hacer eso, revolver todas
las fichas del juego como un pequeño malcriado que arruina la partida porque va
perdiendo? y lo más grave ¿por qué es aceptable el sospechoso silencio del señor presidente y los demás líderes?
y como esto termina con preguntas: ¿nosotros: "los otros" que votamos por el destituido podemos hacer algo para impedir la cuestión? ¿cuáles son implicaciones para nuestros derechos, los de nosotros y los otros de este berrinche "conservador"?
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