Me atrevo en este post a hablar de nosotros y no de yo, como generalmente lo hago, ya que si no me gustan las etiquetas más odio las generalizaciones. Así que, y aprovechando la conmemoración del día internacional de la bisexualidad (23 Septiembre), esta vez me pongo la camiseta bi, no para la marcha del orgullo ni para protestar por el matrimonio gay, esta vez es para pedir el mismo respeto que exigen los homosexuales y heterosexuales, a nosotras las personas que nos gustan tanto las vergas como las cucas y disfrutamos igual con una y la otra.
Y es que en nuestra sociedad, de un lado o del otro, los mitos contra la bisexualidad abundan: Te dices bisexual pero realmente estas escondiendo tu homosexualidad. Estás confundido, decídete. Los bisexuales son precoces solo piensan en sexo y no quieren enamorarse. Los bisexuales son parejas inestables. Ser bisexual está de moda.

¿Cómo hacer entender que los bisexuales aman y pueden decidir ser monógamos y fieles como cualquier otra persona homosexual o heterosexual?. ¿Cómo hacer entender que es posible y además es natural que te atraigan los dos sexos sin que estés escondiendo absolutamente nada?. Créanme yo no camino por la calle creyendo que todas las personas son objetos sexuales con quienes podría tener un encuentro erótico, al igual que todos no me gustan ni todos los hombres ni todas las mujeres. Las personas bisexuales amamos profundamente como los monosexuales, es más con nuestra forma de sentir y ver el mundo, reconocemos que el género no es un impedimento para amar o desear.
Es una tristeza escuchar y estar sometidos a tantas prevenciones y paradigmas, incluso desde las mismas colectividades que se dicen abiertas, cuando la bisexualidad es tan natural en los seres humanos tanto modernos como de la antigüedad. Hay incluso teorías que afirman que la bisexualidad está intrínseca en el ser humano, y es la sociedad la que lleva a volverte monosexual (heterosexual u homosexual), en este caso las personas naceríamos bisexuales pero son los procesos culturales los que nos llevan a escoger entre una única orientación sexual. Pero no quiero ponerme con radicalismos, está bien para mí la monosexualidad como bien para la sociedad debería ser la bisexualidad.
Y bueno después de escribir este post, guardo mi camiseta y la sacaré en la próxima marcha, cacerolazo o plantón en contra de nuestro “benignísimo” y “honorable” procurador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario