jueves, 13 de febrero de 2014

CINISMO AL 1000%


¿Cómo describir esa sensación incomoda que surge de la falta de empatía hacia los demás?

Últimamente, me he encontrado en situaciones que han resultado demasiado incomodas para mí. Esa frialdad se ha apoderado de mi abrumadoramente, gracias a que decidí que no puedo desgastar energías en decisiones ajenas, sobre las que no puedo tener ninguna injerencia real, máximo doy mi punto de vista y ya.
Hasta ahí todo está bien, pero me empieza a perturbar la falta de sentimientos de compasión y empatía. Es como si estas cualidades se hubieran largado y omitido de mi manual emocional bien titulado “¿cómo manejar situaciones emocionalmente difíciles?”.

La semana del cinismo comenzó así:

La primera sensación surgió cuando ese fin de semana, una persona que aprecio bastante,  me comento sus dolencias amorosas, y sentí como si en ese momento necesitara todo mi apoyo, pero lo único que salía de mi boca eran palabras cínicas. Nada de arreglen las cosas, o háblenlo! Preferí decirle de la manera más vulgar y descara, si Ud. no es feliz, aléjese! Nada ni nadie vale la pena, para trastocar nuestra tranquilidad en nombre del amor, la familia o las expectativas ajenas.

Esa semana continuo con un encuentro fatal, ver a mi amante en transmilenio no mejoro las cosas, apenas lo vi desde lejos me sentí totalmente incomoda y fuera de lugar, nuestra dinámica no es esa! Es más, quisiera creer que él solo tiene vida cada vez que tenemos sexo. Además me trastorno pensar en ¿por qué tendría yo que atravesar todo un bus repleto para saludarlo y tener un viaje y una charla incomoda, si iba tan feliz con mi música y mi chat de amigas? Ese cinismo es el que me intranquiliza, pensar en ese otro sin vida, donde no me miento, ni me miente. Donde ninguno de los dos quiere verse fuera de cuatro paredes y tratar de hablar como si fuéramos grandes amigos.

Finalmente y para cerrar con broche de oro, y sin saber que me depararán los tres días que le restan a esta semana. Decidí, darle la oportunidad a mi ex de recomponer nuestra relación de amistad. Si ya sé que escrito infinidad de veces que no quería verlo ni en fotografías, pero esta vez no fue así, me dio la gana y lo hice! Mi mayor miedo consistió en pensar que sintiera algo nuevamente por él, racionalmente estoy segura que no, pero la estupidez es tan grande que puede sorprenderte de forma inesperada.

Mi fuerza no se vio trastocada ni un milímetro, al verlo sentí en sus ojos culpa y miedo, como si pensara que todavía me debía algo de compasión por lo que me hizo pasar. Con la charla salió a flote nuestra vida actual, y los sucesos que la han antecedido desde que nos alejamos, descubrí que es, ese mismo hombre soñador y ambicioso del cual estuve locamente enamorada, pero también descubrí que esas antes llamadas cualidades, para mí, ahora son defectos que no soportaría en mi vida. Nuevamente mi cinismo se apodero de mí, fui dominante. Lleve la conversación a mi ritmo, me burle, me reí, me calle, lo escuche, lo juzgue y lo compadecí. Sentir que ese hombre por el que llore como si mi mundo se detuviera por un segundo, ya no causaba ningún impacto ni siquiera por añoranza del pasado, me hizo sentir cínica.


Aun así, y aunque este escrito parezca un miedo a mi cinismo, lo agradezco. Eso me ha protegido, no espero ni aspiro que alguien entienda que no me importen muchas cosas, lo que sí puedo decir es que, las personas que quiero siempre tendrán en mí, alguien cínico y descarado que las y los zarandeará con sus comentarios.

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