miércoles, 19 de febrero de 2014

SI, FUI YO




BarbieInquieta


Si, yo lo busqué, le coqueteé; se fijó en mí porque le hablé, le palmoteé en la espalda, le rocé la mano, y finalmente le copié la mirada en sus ojos verde oliva,  -que fue lo que más me gustó. Hasta que por fin: se fijó en mí.

La primera vez que lo vi, estaba hablando con una de mis amigas en el centro comercial  donde teníamos un local y vendíamos joyería. Él venía por ella, yo iba por él. Esto solo fue atracción, a mí me gustó y yo lo busqué hasta que me invitó a salir. Yo ni siquiera sabía besar, no pensaba tomarlo en serio ¿Cómo iba a tomar una relación en serio a los quince años?! Pues, yo no!

Él se limitaba a mirarme, tomarme de la mano, abrazarme y una caricia en la mejilla, era lo más atrevido. Y yo, por mi lado con las hormonas alborotadas con todos los sentidos del morbo por delante, si él se atrevía a tomarme de la mano me iba y me sentía flotando, hasta imaginar que tocaba lo más profundo de mi ser, y yo quería…lo único que quería...

-!yo quería que me comieraa!

Pues claro! Yo lo pensaba, pero no lo demostraba. Se lo hubiera podido dar y eso era lo que pensaba yo; pero no tenía ni idea de lo que significaba dárselo o que me comiera. Lo único que conocía lo conocía por las morbosas, de doble sentido y gráficas novelas que mi mamá veía en las noches y que yo veía por debajo de las cobijas.

Claro! Dárselo hubiera sido fácil, entregarme sin pensar en lo que hubiera sucedido después de eso. Nadie, ni mi más querida amiga me advirtió que después de probarlo me quedaría gustando; que se podría volver un vicio. Si, un vicio, como el alcoholismo, como el tabaquismo, como la drogadicción. Me hubiera podido convertir en ninfómana!

Supe que tomar esta decisión sería más un acto con consecuencias, como mi autoestima, mi amor propio, mi valor como mujer; lo peor de todo, quedar embarazada sin querer ser mamá; sin conocerlo lo suficiente, esto es lo que estaba en juego.  

Seguimos saliendo, él con sus ojos verde Oliva y yo, -puff, yo no tenía idea de cómo me veía él, que le gustaba de mí, por qué se había fijado en mí, no presté atención sino a el hecho de que ya lo tenía y era para mí. Puedo decir que fue un caballero, y yo terminé todo sin ningún motivo, lo eché y después me ignoró toda su vida.

-Y no se lo di!

Luego de un par de años…se lo di a otro! Que sin haberlo conocido mucho, me comió! Y yo me lo comí! Que bueno fue probar la manzana prohibida, no me volví ninfómana pero si la puta del salón, soltó todo el rollo a sus amigos y se creía mi dueño, me decía que ropa ponerme, que zapatos usar, que corte de pelo hacerme. Quede embarazada y no estaba lista para esto, obvio me pidió que abortara, que fácil solución y que mala situación, pero conocí el condón. Que cosa cauchuda y de mal sabor; tranquilas, por fortuna existen de colores y con sabores.

Ser la putita me sirvió, aunque no tanto como para llegar a ser famosa como Carolina Cruz.  Igual me desquité y conocí a esta clase de hombres machistas y mentirosos que terminan siendo unos cobardes. Ya sabría que lo que tenía que tener presente es no quedar embarazada. Esto, después del primer susto que me pegué cuando no me llegaba la menstruación.

Y como las feromonas alborotadoras eran señuelos de hormonas masculinas, decidí que no volvería a estar con cualquiera con el que llevara poco tiempo. Algunas veces pensé que si podría volverme ninfómana, porque la naturaleza podía más y las ganas también, corrí con uno y con otro, pero con más cuidado de mi misma.

Esa primera vez cuando nos descubrimos, nos asustamos y las ganas quedaron en eso, nos cubrimos y nos fuimos. Luego nos tomaría por sorpresa cuando las hormonas explotaron y descubrieron la calentura debajo de la piel. Sin pensarlo, sin mirarnos, tocamos, palpamos; fue como cazar la presa y luego domarla, faltaba descubrir mi sexo y el del otro para desahogar sentimientos, miedos, curiosidades. Tenía que utilizar condón, tomar las pastillas anticonceptivas que el doctor me había recetado. Creí que era libre, pero nunca se es libre; siempre dependemos de algo, como las patillas, el condón, los óvulos, lo que pensará el otro, como me verá y después; si estoy linda, si estoy gorda, si le gustó?! y entonces encontré este video, que puede expresar más gráficamente a todo lo que nos podemos llegar a enfrentar cuando decidimos que el momento llegó, espero se rían igual que yo:

https://www.youtube.com/watch?v=nn6c4U3CymE

No hay comentarios:

Publicar un comentario